La Gran Vía de Madrid está experimentando una notable transformación hacia el turismo de lujo. En la última década, más de dos docenas de edificios a lo largo de esta arteria han sido reconvertidos en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Estas aperturas, concedidas por el Ayuntamiento de Madrid, han contribuido a convertir la Gran Vía en una sucesión de establecimientos hoteleros de alto standing.
El número de plazas hoteleras disponibles en la Gran Vía se ha duplicado en los últimos diez años, con aproximadamente 10.000 camas, de las cuales 6.700 son nuevas. Esto se debe a la aprobación de aperturas recientes, reformas y proyectos en curso. Un ejemplo destacado es el hotel diseñado por Phillippe Starck para la marca Brach, que se instalará en el número 20 de la Gran Vía. Este proyecto, junto con otros cuatro, demuestra la tendencia creciente hacia el turismo de lujo en esta famosa avenida madrileña.
La llegada de nuevos hoteles ha generado un impacto significativo en el tejido comercial de la Gran Vía. Las flagship stores en los bajos de estos hoteles y las terrazas en sus azoteas son cada vez más comunes, atrayendo a una clientela exclusiva. Además, se han realizado reformas en comercios icónicos como La Casa del Libro, reflejando la evolución del área hacia un destino premium.
El auge del turismo de lujo en Madrid ha sido posible gracias a diversas iniciativas que han promovido tanto el Ayuntamiento como la Comunidad. La apertura de nuevos hoteles responde al incremento del turismo en la capital, consolidando su posición como un destino de primer nivel a nivel europeo y mundial. Esta tendencia ha sido impulsada con el objetivo de fomentar inversiones y contribuir al desarrollo económico de la ciudad.
En resumen, la transformación de la Gran Vía en un destino de lujo es un reflejo del dinamismo y la evolución de Madrid como centro turístico de primer nivel.